Hay un refrán que dice lo siguiente: “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres ir lejos, ve acompañado. Una de las cosas más importantes en la vida es tener personas que caminen a tu lado. Es un error pensar que puedes hacer las cosas solo, que puedes ser más efectivo solo, que es más fácil no tener gente a tu lado porque esto implica invertir tiempo en ellos, etc. La realidad es que “Juntos somos mejores”. Es por esto que es sumamente importante tener un equipo para poder ser más efectivos. Una vez este concepto está claro surge una gran pregunta:

¿Cómo puedo desarrollar un equipo?

-INFLUENCIANDO A OTROS
Todo comienza con la influencia que tengas sobre otra persona. Es imposible desarrollar un equipo cuando no hay influencia. Liderazgo es mucho más allá que una posición, liderazgo es influencia. Influenciar se refiere a los EFECTOS que una persona o cosa produce sobre otra. Cuando invitas a otra persona a ser parte de tu equipo esa persona va a decidir si sumarse o no a lo que les estás presentando. Por lo tanto antes de invitar a alguien a ser parte de tu equipo asegúrate que hayas tenido influencia sobre él o ella.

Marcos 1:16-18
16 Cierto día, mientras Jesús caminaba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al agua, porque vivían de la pesca. 17 Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!». 18 Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron.

Vemos en Simón y Andrés un acto de obediencia, al instante le siguieron a Jesús.
¿Que había motivado a estos dos pescadores dejar lo que estaban haciendo y responder al llamado de Jesús?
Es impresionante que este no fue el primer contacto que Cristo tuvo con Simón y Andrés. Meses antes, Simón y Andrés acudieron al llamado de Juan el Bautista; fueron bautizados por él, y al parecer llegaron a ser sus discípulos. Luego Juan los presentó a Cristo, y así se dio el primer contacto entre el Señor y estos dos hermanos. Posteriormente, acompañaron a Cristo en algunos de Sus viajes, incluyendo las bodas de Caná, donde presenciaron la conversión del agua en vino. Incluso, probablemente participaron en el ministerio inicial del Señor.
Hasta este momento estos dos pescadores eran amigos de Jesús pero no discípulos. Ellos pasaron a ser discípulos cuando dejaron todo y le siguieron. Esto nos enseña que antes de pedirle a una persona que se sume al equipo es necesario ganarse y tocar el corazón a través de la influencia.
Debemos influenciar en otros para reproducir otros líderes, no de posición, pero sí de influencia.

-Un líder que produce otros líderes multiplica sus influencias.
-John Maxwell

-INVERTIENDO EN OTROS
Jesús invirtió mucho tiempo en sus discípulos.

Piense usted, para educar a los discípulos Jesús pudo haberles concedido una iluminación especial y divina para que ellos conocieran todo lo que necesitaban saber y tuvieran una claridad plena. Sin embargo, Jesús no lo hizo de esa manera, sino que actuó de manera lenta y tomó tiempo para invertir en ellos. Jesús habla, corrige, persuade, insiste, da ejemplo, anima y convive con los discípulos. Estas características son de un gran líder que ha sido participe de la gracia Dios. Si realmente deseas desarrollar un equipo es necesario invertir en las personas que conforman ese equipo.

Jesús es el Maestro perfecto y actuó con extremada prudencia: “instituyó doce para que estuvieran con Él” (este era Su equipo). Les iba a formar de un modo gradual conviviendo con ellos. Primero llama a los discípulos haciéndoles ver quién es Él (influye), luego les deja tiempo para reflexionar y comienza a invertir.

-RECONOCIENDO LAS FUNCIONES

Cómo líderes, cuando estás formando o desarrollando un equipo cada una de las personas tiene una función diferente. Es como abrir un rompecabezas; al arrojarlo sobre la mesa y ver la gran cantidad de piezas, cada una con una forma diferente. En Romanos la Palabra nos enseña este gran principio:

Romanos 12:4-5 NTV
4 Así como nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte tiene una función específica, 5 el cuerpo de Cristo también. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo y nos pertenecemos unos a otros.

Cuando estamos desarrollando un equipo este concepto necesita estar muy claro. Es importante reconocer que la función de cada una de las personas del equipo es diferente, pero cada función es vital para cumplir con el plan y propósito de Dios en nuestras vidas. Si entendemos la magnitud de la función que cada uno ejerce, el equipo va a ser saludable y efectivo. Cada función es muy específica y todas tiene un valor incalculable. Todas las funciones son diferentes, pero todas son necesarias. Si una sola pieza no cumple su función y no reconocemos su importancia, se dificulta cumplir nuestra misión colectiva.

Ser el líder de un equipo es comparable a ser el director de una orquesta sinfónica. Este tipo de orquestas están formadas por cuatro grandes grupos de instrumentos: las cuerdas, las maderas, los metales y las percusiones. Por lo general una orquesta tiene alrededor de 100 músicos. Cada instrumento tiene una función específica y el director de la orquesta necesita estar claro de esto para que la orquesta pueda cumplir con su propósito de interpretar una pieza musical. Un director de orquesta nunca le va a pedir a las percusiones que cumplan con las funciones de las cuerdas.
Para un líder es imperativo entender la función de cada miembro de su equipo y reconocer los talentos y habilidades de cada uno de ellos. Cuando esto sucede el equipo se vuelve efectivo y cumple con su propósito.
¿Entonces que es necesario para desarrollar un equipo? Influenciar, Invertir y reconocer las funciones de las personas de tu equipo.

By: Eliel Diaz
Spanish Pastor